Un imprescindible: la campana extractora
Desde nuestra tienda de cocinas de diseño en Málaga hablamos de todo lo relacionado con la decoración, la instalación de los electrodomésticos y el mobiliario, trucos para el día a día, datos curiosos, etc.
Hoy queremos hablaros de un elemento básico e imprescindible, al que muchas veces no le damos la importancia que merece y que ejerce una función básica y fundamental en nuestra cocina: la campana extractora.
La campana es la encargada de mantener el aire de nuestra cocina limpio, de evitar la presencia de humos, malos olores y de eliminar la grasa suspendida en el aire. Elimina uno de los principales problemas que causa la elaboración de alimentos en la cocina de diseño de nuestra propia casa.
Podríamos pensar que cualquier campana valdría para cada cocina pero, nada más lejos de la realidad. Antes de hacernos con una campana, debemos tener varios parámetros en cuenta:
El principal, ya que afecta directamente al rendimiento que tendrá y a que tengamos una extracción efectiva, sería conocer los metros cúbicos de la cocina (ancho x largo x alto) y el tipo de ventilación que tiene la habitación (si tenemos salida al exterior o no). La potencia apropiada para nuestra campana será la resultante de multiplicar el volumen de metros cúbicos de aire de la cocina por doce, que es el número de veces que se estima debe ser capaz de renovar el aire de la cocina. Por ejemplo, si tenemos una cocina de 3 metros de largo x 2,70 de ancho y una altura de 2,40 metros, la fórmula a aplicar sería calcular los metros cúbicos de la habitación (3 x 2,70 x 2,40 = 19.44 m3) y multiplicarlo por 12 revoluciones/hora (19.44 x 12 = 233.28). Por tanto, la campana ideal para esta cocina sería una que pudiese aspirar un mínimo de 233,28 m3 por hora. Lo ideal es optar por una cuya aspiración máxima sea superior al mínimo que necesitamos, para no tenerla siempre funcionando al nivel máximo de potencia (recordemos que las campanas tienen varios niveles de funcionamiento que regulan la potencia).
El otro factor principal a la hora de elegir un modelo u otro es el sonido, y afecta más a vuestra propia comodidad que al rendimiento del aparato. Normalmente va en relación directa a su precio (aunque no siempre).
¿Quieres un consejo para optimizar el funcionamiento de vuestra campana? Diez minutos antes de empezar a cocinar, abre una ventana y enciende la campana en el nivel 1. Luego cuando cocines, usa la campana al nivel que consideres necesario en función del alimento, y cuando termines, déjala de nuevo funcionando al nivel uno mientras comes, comprobarás que cuando vuelvas a dejar los platos no encuentras ni el más mínimo rastro de olor a comida.
Por último, hablamos de que, según cómo funcionan los extractores, pueden clasificarse en dos tipos:
Campanas de extracción. Estas campanas aspiran los humos, olores y gases y los envían al exterior mediante un tubo comunicado con la fachada de la vivienda. Su mayor ventaja es su eficacia, puesto que eliminan completamente las partículas en suspensión que se generan al cocinar. Durante la preinstalación y la instalación, debemos saber que cuántos más codos coloquemos, habrá más pérdida de eficacia.
Campanas de recirculación. En este caso no existe tubo de evacuación, la campana aspira los humos y gases, los pasa por un filtro de carbón activo que depura el aire y lo vuelve a enviar a la cocina limpio. Son menos eficaces a la hora de eliminar olores, pero no es necesario colocar el tubo ni perforar la fachada, lo que facilita considerablemente su instalación. Es la solución ideal para cocinas que, por cualquier circunstancia, no podemos comunicar con el exterior.
¿Sabíais estas cosas de las campanas extractoras? ¿Sabéis algún truquito más para acertar en la compra?
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